Con el fin de evitar la congestión del tráfico para ir a la playa más cercana, los clientes encargaron el proyecto de una vivienda con piscina y solarium. El edificio tenía que ser construido en una pequeña parcela rectangular, de la región central de São Paulo (Brasil), dentro de una zona residencial con edificaciones de dos plantas, pues lo permitido son 6 metros de altura. Los arquitectos resolvieron esas limitaciones proponiendo una casa en voladizo que tenía casi todo su programa en la planta superior, dejando gran parte del suelo libre para utilizarlo como jardín.
Finalmente se construyó una vivienda para los fines de semana que se distancia bastante de lo habitual, en la que es posible bañarse y disfrutar del sol en la azotea, y que está compuesta por una compleja estructura de hormigón armado que resuelve diferentes volúmenes en voladizo, incluido el vaso alargado que da forma a su singular piscina. Con esta disposición, es el suelo del nivel inferior el que se beneficia, adquiriendo mucho espacio para el jardín y otras actividades al aire libre.
El agua no solo está presente en la planta superior, sino en cada uno de los niveles en los que se organiza la vivienda, ya sea en forma de fuente o de lámina de agua. Aunque el hormigón visto es el material predominante, esta casa en voladizo también exhibe elementos de madera, de vidrio, e incluso metálicos.
Al edificio se entra atravesando todo el jardín, llegando a una sala...